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Foto del escritorJuliana Holguin

El “Robo de Salarios” una práctica que se ha disparado en el East End de Long Island

Actualizado: 24 jun

En qué consiste? Cómo protege la ley al trabajador? Con qué recursos y organizaciones cuentan las víctimas? Cómo estar preparados en caso de que un empleador no cumpla con sus compromisos? Se lo contamos.



Aurora es el nombre con el que llamaremos a la protagonista de esta historia, una residente de nuestra área que como muchos otros, fue víctima este verano del robo de su salario. Pero no se equivoquen, no se trata de ladrones tradicionales arrebatando dinero, sino de una práctica cada vez más común en la región, en la que los empleadores se abstienen de pagarle a sus colaboradores la suma a la que tienen derecho por el trabajo realizado.

Aurora, quien nos ha pedido que no revelemos su verdadera identidad, al menos mientras su caso avanza en los estrados judiciales, dice que empezó a trabajar en el mes de junio para una empresa de limpieza de casas, liderada por una mujer de origen latino. El trabajo llegó en ese momento como una bendición porque Aurora es madre soltera y vela en solitario, por el bienestar de una niña pequeña.


“Acordamos que me iba a cancelar por hora y también por cada casa que se limpiara. Yo estuve trabajando así como un mes, tenía aproximadamente como 7 empleadas conmigo”, relata Aurora. “Acordamos 20 dólares la hora, y el trabajo era limpiando casas en los Hamptons, porque íbamos por Water Mill, Southampton, Montauk y Sag Harbor”.

De acuerdo con el relato de Aurora, al principio todo iba relativamente bien en el nuevo trabajo. Su empleadora cumplió durante la primera semana con el pago del salario acordado, aunque ella siempre tenía que cobrarle y presionar un poco para que le pagara. La trabajadora también se percató de algunas situaciones que afectaban a otras compañeras y empezó a inquietarse.

 

“Una por una, las chicas se fueron yendo y yo no tenía conocimiento por qué, ella solo me decía ‘no quieren trabajar, son irresponsables, dicen que es muy cansado, que viene un familiar, que se van, que necesitan permiso’”, dice Aurora. “Para este entonces ya se habían ido dos muchachas y vamos un día a trabajar y la encargada le dijo ‘yo ya no voy a trabajar más, yo solo le ayudo hasta fin de mes’, pero la señora le dijo ‘usted no me va a imponer aquí que días trabaja y que días no’ y le dijo que se fuera”.


Con la salida de la trabajadora más antigua, Aurora terminó sin pensarlo, como encargada de todo el grupo de trabajo.


“Ella me dijo ‘quiere hacerse cargo usted?’. Yo le dije que dependería de cuánto me pagara. ‘No sea mala ayúdeme’, me dijo. Así que accedí a trabajar así, igual no me subió el sueldo, me dijo que más adelante podíamos hablar para subirlo”. dice.


Con el paso de los días, según su relato, se fueron dos trabajadoras más y se quedaron solo tres mujeres con la carga de todo el trabajo del grupo, en total eran unas 30 casas las que tenían que limpiar.


“Siempre trabajábamos bajo presión, ‘que corran, que muévanse, que apúrense’. Empezó a cargarse el trabajo para mi. Yo le decía que por la niña no podía quedarme hasta muy tarde, porque lamentablemente soy yo sola, entonces yo no tengo a nadie que pueda cuidar de mi niña. Ella me dijo aquí se trabaja hasta los domingos y los domingos yo les pago a 25”.

Aurora dice que su empleadora no les daba tiempo para almorzar y que las jornadas de verano iban desde el amanecer hasta el anochecer. Sin embargo la gota que rebosó la copa fue cuando decidió reclamar por los salarios atrasados y a cambio recibió amenazas de su empleadora.


“Me dijo que no me iba a pagar, que no le importaba que la lleváramos a la corte porque ella iba a decir que dejábamos los trabajos botados y que por eso aquí no íbamos a volver a conseguir empleo”, relata.


Desesperada por la situación, y agobiada por las deudas, esta mujer cabeza de familia, decidió pedir ayuda en OLA of Eastern Long Island, a donde casualmente han acudido otras mujeres con denuncias similares sobre la misma empleadora.


“Tenemos 5 denuncias contra la misma persona, lastimosamente latina, que está acostumbrada a contratar gente y decirles vamos a limpiar mis casas, y ahorita que me paguen la renta yo les pago”, dijo Erika Padilla, Asesora Legal de OLA of Eastern Long Island. “Uno necesita trabajar, necesita su dinerito, y yo me imagino que ellas piensan que van a recibir todo junto, seguramente dicen por el momento presto por aquí, o allá, para la renta, pero cuando que me paguen, va ser un acumulado de 4 mil o 5 mil dólares, tengo esos 5 mil dólares que me deben, “guardados”, y nunca se imaginan que no les van a pagar, porque los viven llenando de promesas”.


Según OLA, el robo de salarios es una práctica más normal de lo que la gente se imagina, pero este año la organización ha visto un considerable incremento de los casos.

‘Me sorprendí porque los casos de robo de salario empiezan a llegar es en septiembre y estabamos en mitad del verano y empezaron a llegar, entro uno entro el segundo y bueno cuatro casos de robo de salario en el verano es raro, por lo general la gente trabaja, trabaja, y cuando ven que no les pagan es a finales de septiembre es que empiezan a llamar apreguntar qué pueden hacer”, dijo la señora Padilla.


En la actualidad OLA tiene 17 casos activos, es decir 17 personas a las que está asesorando en la búsqueda de alternativas para lograr que sus empleadores les paguen el dinero que se ganaron con el sudor de su frente. Lo peor es que la organización sabe que hay muchos casos más de personas que no se atreven a denunciar.


“Prefieren callar por miedo a las amenazas de los empleadores. Para decirte un caso, la persona que le dio empleo a alguien le dijo tu apenas acabas de llegar, si tu me sigues molestando pidiéndome el pago yo llamo a inmigración”, dijo Padilla. “Y tristemente no estamos hablando de empleadores 100% de acá, de todos los casos que tenemos en este momento el 60% de los empleadores son hispanos, latinos”.


La ley protege a los trabajadores


La Ley laboral del estado de Nueva York protege a los trabajadores del robo de salarios, sin importar su estatus migratorio. La norma es clara en afirmar que TODA PERSONA que desarrolle un trabajo, tiene derecho a recibir una compensación por él, incluso en el caso de los trabajadores indocumentados.


“Las leyes de salario mínimo y horas extras se aplican a TODOS LOS TRABAJADORES, incluso si son indocumentados, o reciben pago por hora, día o semana, en efectivo o mediante cheque y fuera de los libros”, dice una publicación del Departamento de Labor del Estado de Nueva York, creada justamente para alertar a los trabajadores sobre sus derechos.


La norma también respalda a quienes tengan accidentes laborales, para que puedan reclamar una compensación por las consecuencias de estos incidentes, independientemente de su estatus migratorio.


En julio de este año, la gobernadora Kathy Hochul anunció la implementación de un nuevo proceso por parte del departamento de trabajo, para proteger a los trabajadores inmigrantes indocumentados, de represalias y expulsión durante disputas laborales, ampliando las protecciones implementadas a principios de este año por la administración Biden. A través de una asociación interinstitucional con el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, el Departamento de Labor de Nueva York, está trabajando con víctimas indocumentadas de robo de salario y sus defensores, para obtener protección temporal contra enjuiciamiento y posible deportación, así como la capacidad de trabajar legalmente en Estados Unidos en casos en los que el trabajador esté involucrado en Investigaciones que adelante esta dependencia. La medida fue tomada justamente para evitar que los trabajadores se abstengan de “denunciar a empleadores sin escrúpulos” por miedo a amenazas de expulsión, denuncia ante autoridades migratorias u otras formas de represalia. 


Qué hacer si ha sido víctima de robo de salario?


De acuerdo con la asesora legal de OLA, si usted es víctima del robo de salario, el primer paso es buscar asesoría de una organización como OLA of Eastern Long Island que puede guiarlo en el proceso, ayudarlo a poner una querella y orientarlo para diligenciar formularios y aplicaciones. Para contactarse con ellos, llame al 631 899 3441.


Si la cantidad de dinero que le adeudan es menor a 3 mil dólares, usted puede poner una simple denuncia en la corte de su localidad, si la cantidad que le deben supera ese monto, tiene que acudir a la Suprema Corte.


Cuando un trabajador acude a OLA, la organización envía una carta “de aviso” al empleador, recordándole sus obligaciones, estipuladas por la ley y advirtiéndole sobre las consecuencias que le puede acarrear no cumplir con los pagos acordados con sus trabajadores.


“Es una carta de parte de OLA en donde se les dice que están incumpliendo las leyes”, dice la Asesora Legal de OLA. “La ley dice que uno tiene que pagarle a una persona que ha trabajado, también dice que sin importar el estatus migratorio de una persona, tienen que pagarle, no hay una restricción que diga puedes hacer trabajar a un inmigrante indocumentado y no pagarle, al contrario la ley dice que no importa el estatus, esa persona trabajó y tienen que pagarle y en un período de 5 días”.


Si estos pasos no funcionan, la recomendación de OLA es acudir al Departamento de Trabajo para hacer una denuncia formal. Un proceso con el que la organización también puede darle la mano.


“El recurso más importante es acudir al Departamento de Trabajo, (New York Labor Department) y allí se pone una querella en línea, no necesitan un abogado para eso, porque el departamento de trabajo les pone alguien que los representa, que hace la investigación y hace la mediación también entre el empleador y el empleado”, dice Padilla.


Usted también puede acceder por su cuenta a la pagina web del Departamento del Trabajo y presentar su denuncia, en español, haciendo click aquí.





De acuerdo con la experiencia de OLA, los sectores laborales en los que se presenta mayor número de denuncias de robo de salario en el East End de Long Island, son: limpieza, pintura, carpintería y las diversas áreas de la construcción. Los casos van desde cientos, hasta miles y miles de dólares adeudados.


“Tuvimos un caso donde la persona le trabajó con tanta confianza a su empleador, creyó tanto en su palabra, que dejó acumular la deuda hasta 60 mil dólares”, dijo la Asesora Legal de OLA. “A esta persona la referimos donde un abogado, debido a la cantidad de dinero que era y la última vez que revisé el caso, me dijeron que va por buen camino y va a recuperar su dinero”.


Aunque la ley protege a los trabajadores, se recomienda a quienes desarrollan labores en nuestra área, que estén siempre preparados con las pruebas necesarias para presentar una denuncia. Así que atentos a estas recomendaciones que harían más sencillo el proceso, en caso de ser necesario:


  • Recopile información básica de su empleador (Nombre, dirección, teléfono)

  • Tenga registro de las fechas en las que trabajó y las horas trabajadas cada día.

  • Recopile comprobantes de pago como desprendibles de cheques, recibos, etc

  • Guarde capturas de pantalla si le pagan por Zelle, o cualquier aplicación de transferencia de dinero.

  • Si le pagan en efectivo, puede apelar a testigos que le ayuden a verificar que lo que usted dice es cierto.

  • También sirven como pruebas las fotos del denunciante desempeñando el trabajo.


“Y es bueno que sí se den la mano unos a otros, porque en la experiencia que he podido tener mirando estos casos, nos damos cuenta que un empleador que le hace eso a una persona, se lo hace a más de una. Entonces la mayoría de casos que vienen es de a dos”, dijo Padilla. “Yo me siento mal pero lastimosamente está pasando y hay gente que es muy confiada. Esta gente sabe cómo hacer el daño y está acostumbrada a hacer el daño”.

Tenga en cuenta que el Departamento de Trabajo no aceptará denuncias, en cualquiera de estos casos:


  • Por trabajos desempeñados fuera del Estado de Nueva York.

  • De cualquier persona empleada en funciones administrativas, ejecutivas o profesionales que gane más de 900 dólares brutos por semana.

  • De personas empleadas por una entidad pública, como un municipio, condado o ciudad.

  • De personas que tienen su propia empresa.

  • Por trabajos desempeñados en un proyecto de obras públicas



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